La única luz en la calle Bourbon titilaba en su bombilla en lo alto de una farola inclinada. Desde mi ventana sólo se veía el silencio y algunas sombras perdidas. Al poco, me fui a la cama, dudando si era yo quien había visto aquella luz o si, por el contrario, había sido ella quien me había descubierto apoyado en la cornisa.
1 comentario:
Eras tú.
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