Comprador compulsivo

En la armería tenían de todo. Yo iba con la intención de llevarme un revolver de los de siempre: un Smith & Wesson del .38, con el tradicional tambor de 6 balas. Nada especial. Pero ya se sabe. Llegas con una idea y pronto la cabeza se te llena de miles de posibilidades. Y el vendedor, que es mucho vendedor y como no vayas con cuidado te vende hasta a su madre. En fin, que lo que empezó como una sencilla compra se convirtió en algo más complejo. Sólo decir que la mayoría de las cosas que compré me llegan mañana en un camión (el revolver, las dos pistolas, la Uzi, el bazooka y los dos M-60 me los traje en el coche, pero porque esa mañana había sacado del maletero la dos cajas de granadas y unas minas Claymore, que si no no tengo sitio). El Oerlikon antiaéreo, la tanqueta Wiesel y la caja de misiles Tomahawk me los tienen que pedir y en quince días me llegan.

Lo sé lo sé, no puedo ir solo de compras, pero es que hay tantas cositas...

1 comentario:

JuanRa Diablo dijo...

No me quiero imaginar a este señor probando todos los artículos por si hay que cambiar alguno defectuoso.
Más de una junta vecinal le espera.