el hombre perfecto
en la cama era un ángel vengador y un demonio misericordioso, y por la mañana exprimía naranjas para mí;
leía y me hacía leer y un día me dijo que me quería con su voz suave y yo le creí.
alergia tecnológica
me asomo a la ventana por si hoy tocaba fin del mundo. no, por lo visto sólo es en mi casa.
el hombre del banco
esperé sin pensar y al poco miré donde él miraba, descansé la espalda contra la madera hecha a la suya, apoyé las manos donde él las ponía mientras observaba todo lo que pasaba a su alrededor. fui él durante unos segundos y por unos segundos entendí por qué el hombre del banco ya no estaba allí.
el verdugo
hijo de verdugo, nieto de verdugo... el verdugo cumple con su trabajo como quien respira. no entiende la vida de otra manera.
cuando llega el día de la ejecución, como es el día de hoy, lleva a cabo todo un ritual. la noche antes del día elegido, el verdugo plancha la ropa que usará en tan importante momento, se relaja con un baño de más de una hora y cena algo ligero, una ensalada, un poco de queso. se acuesta temprano pensando en el proceso, en cada uno de los detalles, en cada paso que dará para hacer bien su trabajo. al despertar, una ducha y una manzana. se viste con calma y tras mirarse al espejo durante unos segundos, sale de casa camino de la cárcel. en cinco minutos está allí.
así siempre.
esta mañana, el funcionario le ha acompañado a la sala y allí han comprobado juntos todo el material necesario. la silla, las correas, el sistema eléctrico, la capucha del preso... todo tiene que estar en perfecto estado. nada puede fallar. luego espera.
a la hora estipulada, juez, funcionarios y testigos entran en la sala y toman asiento. el verdugo espera de pie junto a la silla. no piensa en nada, sólo espera.
cuando todo el mundo está preparado, entra el preso y todos le siguen con la mirada. el verdugo no. todos callan y el preso tiembla.
sientan al reo y el verdugo le coloca las correas. en las piernas, en las muñecas, en los tobillos, en la cabeza. y los electrodos.
leen la sentencia.
el verdugo activa la corriente y el preso muere tras unos segundos de sufrimiento.
la boda
el hombre sin dios
cómo matar a ismael serrano
lo que el cuervo pudo ver y no vio
biografía del Dr. Van Kampenhoudt
el eco en el pañuelo
las gordas
las dos gordas remaquilladas y sudorosas bajaban por la calle agitando sus jamónidos brazos y castigando a todos los viandantes con sus grititos y jadeos. según mi fundamentada opinión, las gordas se agrupan en parejas en cuanto pueden. una gorda sola no aguanta mucho tiempo sin arrimarse a otra gorda de igual o superior categoría. estas dos estaban compenetradas, corrían a la par y agitaban sus moles con un sincronismo de medalla de oro.
cuando quise reaccionar era demasiado tarde. las gordas, a pesar de su exceso de masa corporal, son ágiles, rápidas e implacables. engañan a su presa con un aparente movimiento cansino, pero en pocos segundos están a tu lado jodiéndote.
así fue. en na’ y menos me placaron y arrinconaron contra la pared. la gente que vio su estudiado movimiento me miró con lástima. cabrones suertudos.
la vida a medias
ahora abre uno, el que quieras pero sólo uno.
espera unos segundos.
...
...
es la otra mitad de tu vida, que se te escapa.
lo difícil es hacer lo mismo sin cerrar ningún ojo.
y una vez que lo consigues ya no puedes dejar de hacerlo.
compras en la red
ayer estuve buscando una web en la que comprar una musa, porque la mía me dejó por otro. hasta que sucedió nunca habría pensado que una musa pudiera serte infiel, traicionarte y darte con la puerta en las narice. se supone que están para ayudarte, para inspirar con su mirada, con su aliento, con su simplemente estar ahí, con garantía de por vida, infalibles, etc. pues la mía se ve que petó, se cansó de mí y de mis paranoias, cogió su nube o lo que sea donde viven y flotó hasta otra mente potencialmente creativa. una mierda, en resumen, porque si a un escritor se le va la musa ¿qué le queda? pues os lo digo: rien de rien.
por eso recurrí a internet, desesperado. tras varias horas en google di con lo que buscaba, y vais a flipar, porque por tan sólo 99,95$ (más un mantenimiento mensual de 5, 95$ más primas por objetivos) puedo tener a mi lado a Calíope (supongo que no será ella, quizá una becaria, pero algo es algo) soplándome al oído... ¡un lujo! por pagar con transferencia bancaria me he ahorrado las dos primeras cuotas y en diez días la tengo en casa.
internet es la polla.