Colas

Soy el último. Miro y delante de mí hay 300 personas, más o menos. Tras diez minutos pregunto al que hay delante de mí si sabe que hay al principio de la cola. Él tampoco lo sabe. Seguimos esperando. Una mujer se coloca detrás de mí. Ya no soy el último.

Doc y Marti McFly

Al final de la tercera parte de la mítica trilogía 'Regreso al Futuro' vemos a Doc con mujer e hijos visitar a Marti en su tren-máquina del tiempo. Lo que nadie sabe es que la historia no iba a terminar ahí. No, la historia iba a continuar un poco más y el final no iba a ser tan tan tan feliz.

Año 2040. Marti McFly es ahora un viejo viudo y decrépito que regenta una tienda de guitarras eléctricas siempre a punto de desaparecer. Doc, con su aspecto de siempre (pelo cano, edad indeterminada), entra en la tienda y saluda a Marti. Ha pasado mucho tiempo desde la escena del tren-máquina del tiempo, aunque no el mismo para los dos.

Marti: ¿Por qué has venido? ¿Por qué ahora?
Doc: Quería ver cómo estabas...
Marti: Mentira, Doc, sabes bien que es mentira.
Doc: ...

Marti se recuesta en su silla tras el mostrador. Doc se acerca y se sienta a su lado.

Marti: ¿Estarás conmigo hasta el final?
Doc: Claro amigo, aquí estaré.

FIN.

El mundo onírico de M. Salieri

Notas para un ensayo-crítica-borrador, "El mundo onírico de M. Salieri" (quizá tesis, algún día), sobre el autor M. Salieri y la influencia de lo onírico en su literatura, por Michael S. Conde.

"A falta de sueños, buenos son lapos" es la eterna coletilla del polémico escritor Marco Salieri que siempre sorprende con sus declaraciones en las que entremezcla haikus descafeinados, retorcidos y pedestres con muestras de cierta humanidad malentendida.

Pocas veces, admite en privado, ha podido disfrutar del despertar agitado, excitado, dislocado y atontado que sigue a los sueños. Es lo que más envidia "del resto de los mortales". Quizá sea por eso que sus creaciones están tan cargadas de ese onirismo flatulento tan suyo (nota: otros autores, ¿drogas?).

Reflejo en su obra (nota: seleccionar otros ejemplos anexos I, II):


El ojo atravesado
Lo primero que hace cuando suena el despertador es tratar de atrapar algún hilacho de sueño, una imagen suelta aunque sea, pero jamás lo consigue. [...] Entre repullos pasa la noche y luego nada de nada. Será un castigo por el mal hecho una futura vida, los efectos de un golpe en la sién que no recuerda, de una abducción o una mala digestión, quizá,
o algo peor. Al despertar hoy, el reloj marcaba las 46: 68.

"Es frustrante", confiesa tras presentar su ponencia 'La literatura de farmacia: posología y contraindicaciones' en el ciclo de conferencias 'Otras literaturas, por llamarlas de alguna manera', "es mi mayor deseo y nada puedo hacer para alcanzarlo". Recientemente Salieri se ha sometido a un tratamiento en fase experimental en las instalaciones de la clínica Rubber contra el consejo de sus médicos, que han hecho todo lo posible por disuadirlo. "Le explicamos que había probables e incontables efectos secundarios no testados, que hasta las cobayas habían rehusado participar en las pruebas iniciales", explica el doctor Aguado, pero Salieri siguió adelante con el tratamiento (nota: localizar expediente, entrevista a vecinos, infancia, otros médicos, ¿novias?). Los resultados han sido "descorazonadores", admite visiblemente disgustado, "no sólo no recuerdo los sueños sino que encima ahora cada día me levanto con algún síntoma nuevo: esta mañana no me sentía los pulgares, ni los de las manos ni los de los pies; y ayer sólo podía mear sentado".

Al preguntarle si mezcla sueños y realidad en sus creaciones literarias se enfada y me pregunta si no he leído su entrevista en 'LiterHartura'. Cuando le respondo que no, hace como que no me ha oído (nota: revisar entrevista mencionada, artículos). "¿Sueños y realidad? Puede ser. A falta de sueños, buenos son lapos", dice entre risas algo artificiales.

Los protones y mi tortícolis

Justo cuando encienden el Colisionador de Hadrones y consiguen que unos inocentes protones se choquen entre sí, va y me da una tortícolis de caballo que me tiene medio inutilizado.

¿Nadie más ve que esto no puede ser simplemente una coincidencia?

Trascendente

-Di algo trascendente, anda- le pide mientras liga los huevos, el aceite y la sal con la batidora-, venga, no te cortes.
-Ponle ajo...-le dice al Oráculo, dubitativo.
-Eso es, Neo, eso es.

(Escena en la cocina del Oráculo, no incluida en el montaje final de 'Matrix'.)

El viernes se acaba (o no) el mundo

Después de gastarse 27 millones de euros en reparar el LCH parece (y digo "parece" porque visto lo visto nunca se sabe...) que el viernes, este viernes, se acabará el mundo. Por fin podrán darle al botón "Crear BigBang-Agujero Negro" por el que nos iremos todos, como el agua por el váter tras tirar de la cadena, a un mundo sin espacio ni tiempo, ni mundo.

(Y si no pasa nada, será porque se les habrá roto otra vez...)

Dos pacharanes

El polémico escritor Marco Salieri había quedado con otro polémico escritor cuyo nombre no voy a desvelar en este texto por deseo expreso suyo. Lo llamaré 'Migue' para mantener el anonimato y no llamarlo siempre "el otro", "el innombrable", "Voldemort" o cosas peores.

Salieri y Migue solían quedar para tomarse un pacharán o dos y hablar mal del mundo y bien de ellos mismos. Al ser incomprendidos y polémicos tenían problemas para encontrar a gente que los aguantara más de cinco minutos y en momentos de desesperación, solían hacerse compañía. El promotor de esta última cita había sido Migue. Tras leer el lapo 'La Banda del Bastón', de su colega Marco, le había asaltado una duda que quería resolver cara a cara con el autor.

-Tú sabes que mis antepasados son polacos... -dijo mientras se sentaba violentamente en la terraza el polémico Migue. Ni saludó siquiera.
-Mmm, claro, sí, me lo contaste hace tiempo, ¿qué pasa con eso? -respondió Salieri recolocándose en la silla a la defensiva.
-Que he leído tu lapo y no sé, me ha sentado mal. Me lo he tomado como algo personal. Ya sé que no debería pero...-Migue se quedó pensativo, luego pidió los pacharanes de siempre.
-¿Personal? ¿Qué mierda quieres decir con eso?
-Pues personal... ¿a qué viene lo de los polacos? ¿Son delincuentes, trabajadores ilegales, mafiosos? ¿Por qué has puesto polacos y no rumanos o lituanos o españoles mismamente?
-A ver, Migue. Son polacos, una cuadrilla de polacos. Trabajadores, no sé, no tendrán papeles o no le habrán hecho contrato y si les hacía falta el dinero... y puse polacos como podría haber puesto currantes de cualquier otra nacionalidad.
-Ya. Pero tú contra los polacos no tienes nada.
-Nada, así en general, nada. -Guardaron silencio hasta que llegó el camarero con las bebidas. Salieri le pegó un tiento al pacharán en cuanto lo tuvo delante.- ¿Hablas polaco?
-No no, qué va. Ni tengo contacto con nadie de allí, de mi familia digo.
-Es raro.
-El qué.
-Pues eso, que tengas familia polaca, que vamos, que por dentro eres medio polaco, que a lo mejor tienes familia que estuvo en medio de la guerra, allí, en Polonia, judíos y eso.
-Sí, raro es.

Acabaron en silencio sus bebidas. Una rubia potente pasó por delante de la mesa y ambos volvieron la mirada hacia ella unos segundos. Salieri se dirigió a Migue mientras jugueteaba con el vaso vacío de pacharán.

-¿Leíste la entrevista del imbécil aquel, el de la revista?
-Sí.
-Y qué te pareció.
-Estuviste borde. En tu línea, vamos.
-¿Dirías que estuve polémico?
-Mmm, no sé, más que polémico estuviste borde. No polemizaste, no.
-Pues vaya...
-Pero estuviste bien.
-¿Sí?
-Sí.
-Pues gracias.
-De nada. ¿Otro pacharán?
-Sí, no... Bueno, venga, pero es el último, eh.

Me caí de culo y me cambió la vida

Salí camino de la panadería (1 barra/55 céntimos) y metí la pata en el medio charco que me hizo ver todas las estrellas en pleno día. Es duro caer de culo pero más duro es hacerte añicos el coxis, que no sirve nada más que para hacerse uno polvo si se cae de culo. En el suelo estuve, gritando, llorando, dos horas, y no es que la gente pasara a mi lado haciendo como que no me veía. Es simplemente que no pasaba gente, que es lo más normal del mundo en mi pueblo apenas habitado.

La ambulancia llegó, me recogió como pudo y me llevó al hospital. Fractura de coxis, me dijo el doctor después de hacerme una radiografía. Eso ya lo sabía yo, señor doctor, desde el mismo momento en que me la di contra el suelo. Me miró algo enfadado y me explicó con demasiado detalle, mal dolor le dé, cómo sería el proceso de curación: largo y doloroso, en resumen.

Dos meses estuve tumbado de lado en el sofá, mirando por la ventana de mi casa. Y ahí fue cuando descubrí mi afición por los pájaros. Frente a la ventana hay un árbol en el que siempre hay alguno que o pasa, o se va, o se posa. Qué bonitos son, pensé, me gustan, esto es lo mío.

En cuanto pude sentarme, me apunté a un curso por internet de taxidermia de aves y animales pequeños. Después de varias práctias online me di cuenta de que así no iba aprender nada y me compré unas redes para intentar atrapar pájaros a los que disecar y así ir cogiéndole el tranquillo al asunto. Esperaba labrarme un futuro así, ya que no había visto nunca una tienda o negocio dedicado a la taxidermia y supuse que ese sector estaría falto de gente experta en el tema que ofreciera sus servicios por un módico precio. Después de disecar al cuarto pájaro dejé de vomitar, y el quinto bicho la verdad es que me quedó bastante presentable.

En pocos días me hice una página web donde ofrecí mis servicios: www.momificaves.com. A las pocas horas de colgar la web, recibí el primer pedido: mi primer cliente quería un guacamayo, pero yo no tenía ninguno, ni en mi pueblo suelen vivir, que yo sepa. Rechacé el trabajo y dejé bien claro en la web que los animales los ponía el cliente. En un mes tuve dos clientes: uno quería disecar a su loro, que estaba muy viejo, y el otro pretendía que yo viajara hasta su pueblo, que estaba en la quinta hostia por cierto, para hacer lo propio con una mula. De locos. De la mula pasé, claro, por grande, mamífera y lejana. Con el loro el problema era que el animal seguía vivo y el trabajo no era inmediato, así es que era como no tenerlo. Le hice un presupuesto al señor y prometió llamarme en cuanto "tuviera lugar el fatídico deceso de su cariñito", me dijo el tío.

En fin, que ahora, si algo soy es taxidermista, y todo por caerme de culo.

Oferta de trabajo

Esta tarde he visto clavada en la puerta de la biblioteca de mi pueblo una curiosa oferta de trabajo. Los requisitos para el puesto son tres: estar empadronado aquí, tener el graduado escolar y carné de conducir. Sólo cumplo una. Pero eso es lo de menos.

Las labores que hay que realizar en el puesto, por lo leído, son variadas. No concretan demasiado pero se deja bastante claro que quien acepte el trabajo realizará todo tipo de tareas y no podrá rechazar ninguna. Se podría decir que se busca para el puesto un chico para todo con mucho aguante que quiera trabajar media jornada por 400 euros.

Lo curioso de la oferta es que conseguir el puesto implica sufrir constantes, cómo decirlo, "experiencias cercanas a la muerte".

Es en el tanatorio.

Estracto del Libreto de la ópera "El Imperio Contraataca"

Acto III

Escenario: El fondo y los laterales del escenario simulan ser paredes de la Estrella de la Muerte. Algunas luces parpadean, rojas, azules, amarillas, y hay una ligera neblina. En el centro, Darth Vader y Luke Skywalker discuten en La menor. El primero viste de negro (túnica negra hasta los pies) y el segundo de blanco (túnica blanca hasta los pies).

Música: La de siempre pero flojica.

Texto (es en inglés, los sobretítulos pueden ir en cualquier idioma o no ir)


Narrador en off

Luke llega a Ciudad Nube y se enfrenta a Darth Vader. Es en este momento donde el Lord oscuro le revela la terrible verdad: Luke es hijo suyo. Luke es tentado por el lado oscuro pero prefiere tirarse al vacío antes que unirse a su recién encontrado padre.


Darth Vader
Luuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuke!

Luke
¡Quéeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!

Darth Vader
He pensadoooooooo que quizá podrías unirte a míiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.

Luke
¿A tiiiiiiiiiiiiiiiiii? ¿A lado oscuuuuuuuuuuuuuuuro? Jamás jamás jamáaaaaaaaaaaaaaaas

Darth Vader
Unirte a míiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.

Luke
¿A tiiiiiiiiiiiiiiiiii? ¿A lado oscuuuuuuuuuuuuuuuro? Jamás jamáaaaaaaaaaaaaaas, jamás

Darth Vader
(agarrando a Luke de los hombros hacía sí)
Síiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

Luke
Nooooooooooooooooooooo

Darth Vader
Síiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

Luke
Nooooooooooooooooooooooooooooooooo, jamás.

Darth Vader
(abraza a Luke, que se resiste)
Pero tienes que hacerlo, Luuuuuuuuuuuuuuuuuuuuke, porque ¡yoooooooooooooooooooo sooooooooooooooooy tu paaaaaaaaaaaaaaaaaaaaadre!

Luke
No no nooooooooooooo,
no es posiiiiiiiiiiible,
no no noooooooooooooooo,
estás mitieeeeeeeeeeeeeeendo,
qué me dices,
no es verdad,
qué me dices,
noeeeeeeeeees veeeeeeeeeeeeeeerdaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaad.

Darth Vader
Eso diiiiiiigo,
soy tu paaaaaaaaaaaaadre,
eso diiiiiiiigo,
sí sí síiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.

Luke
No no nooooooooooooo,
no es posiiiiiiiiiiible,
no no noooooooooooooooo,
estás mitieeeeeeeeeeeeeeendo,
lo que dices,
no es verdad,
lo que dices,
noeeeeeeeeees veeeeeeeeeeeeeeerdaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaad.

Darth Vader
Sí lo diiiiiiigo,
soy tu paaaaaaaaaaaaadre,
sí lo diiiiiiiigo,
sí sí síiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.
¡Y ahora veeeeeeeeeeeeeeeeente tú a mi laaaaaaaaaaaaaaado
y gobernemos el mundo los dooooooooooooooooooooos
juntoooooooooooos los dos
los dos
los dooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!


Luke
No no no
No no no
No no noooooooooooooooooooooooooooooooooooooo.
Jamás.

(Luke, desesperado, se deshace del abrazo de su padre, salta del escenario y desaparece. Queda Darth Vader solo; un grupo de soldados imperiales aparece en escena.)

Darth Vader
Mi hiiijo, mi hiiijo, ha saltado al vacío y me ha dejaaaaaaaaaaaaaado.

Coro de soldados imperiales
Su hiiijo, su hiiijo, ha saltado al vacíio y le ha dejadoooooooooooooo.
Oh no
oh no
oh no

Darth Vader
Oh noooooooooooooooooooooooooooooooooooo.

(Se cierra el telón.)

Fin del Acto III.

Un cacho de pan francés evita el fin del mundo

Amigos y amigas de la ciencia infusa. Hace meses que esperamos que la máquina que acabará con el universo se ponga en marcha. Si hacemos memoria (también podemos ver las entradas anteriores del blog y no desgastar más neuronas) recordaremos que hace unos meses se estropeó tontamente y nos quedamos con las ganas de ver cómo reventaba todo.

Pues bien, la avería ha sido reparada y ya está todo listo para recrear el momento primero, el punto en el que el tiempo empezó a ser y el espacio de nuestro universo a expandirse a todo trapo... "¿en serio?" (creo oír entre mis fieles lectores). No, es coña. Cuando parecía que el LHC se iba a poner al fin-por fin-finalmente en marcha, alguien la ha vuelto a cagar.

Dicen que ha sido un pájaro que ha dejado caer un trozo de pan en un transformador eléctrico...

Interpretaciones posibles:

1. Hay que ser un cobarde sinvergüenza para echarle la culpa a un pobre pájaro. Me juego el cuello a que el mismo que la cagó la otra vez cargándose los imanes se estaba comiendo un bocata de jamón y tomate y se le han caído unas miguillas que han roto el cacharro. Que digo yo que vaya mierda de transformador si se jode con un trozo de pan...

2. El pájaro ha sido el culpable y nadie miente en este asunto. Ridículo entonces, porque: a) cómo puede un pájaro colarse en un lugar tan protegido, caro e importante; b) cómo no se inventan otra excusa que los deje un poco mejor ante la opinión pública... ¿un pájaro y un trozo de pan pueden con la ciencia más avanzada?

3. El pájaro es un enviado de la Gran Energía Creadora que quiere evitar el fin del mundo. Tiempo atrás la GEC utilizó una paloma para llevar una rama de olivo. Ahora utiliza al pájaro para llevar un trozo de baguette que inutilice la máquina demoniaca con la que el hombre pretende acabar con su gran obra. El Pan es su Carne y con su Carne nos Salva del Mal.

4. La industria panificadora está teniendo pérdidas. La gente cada vez compra menos pan y todo es una maniobra para que las baguettes salgan en los periódicos de todo el mundo. Esperan con eso aumentar las ventas de baguettes y, de rebote, de otros tipos de pan.

5. Los científicos están asustados. Tanto tiempo sin poner en marcha la máquina les ha hecho desarrollar un miedo atroz al fracaso y nadie se atreve a empezar con el proyecto. Como nadie quiere dar el paso final, se han inventado una excusa para no pulsar el botón que arranque el cacharro hasta que alguno de ellos supere el trauma.

En fin, que hay respuesta para todos los gustos. De todas formas dicen que dentro de unos días la rotura estará solventada... Veremos, que, qué queréis que os diga, yo no me fío nada de nada.