Un cacho de pan francés evita el fin del mundo

Amigos y amigas de la ciencia infusa. Hace meses que esperamos que la máquina que acabará con el universo se ponga en marcha. Si hacemos memoria (también podemos ver las entradas anteriores del blog y no desgastar más neuronas) recordaremos que hace unos meses se estropeó tontamente y nos quedamos con las ganas de ver cómo reventaba todo.

Pues bien, la avería ha sido reparada y ya está todo listo para recrear el momento primero, el punto en el que el tiempo empezó a ser y el espacio de nuestro universo a expandirse a todo trapo... "¿en serio?" (creo oír entre mis fieles lectores). No, es coña. Cuando parecía que el LHC se iba a poner al fin-por fin-finalmente en marcha, alguien la ha vuelto a cagar.

Dicen que ha sido un pájaro que ha dejado caer un trozo de pan en un transformador eléctrico...

Interpretaciones posibles:

1. Hay que ser un cobarde sinvergüenza para echarle la culpa a un pobre pájaro. Me juego el cuello a que el mismo que la cagó la otra vez cargándose los imanes se estaba comiendo un bocata de jamón y tomate y se le han caído unas miguillas que han roto el cacharro. Que digo yo que vaya mierda de transformador si se jode con un trozo de pan...

2. El pájaro ha sido el culpable y nadie miente en este asunto. Ridículo entonces, porque: a) cómo puede un pájaro colarse en un lugar tan protegido, caro e importante; b) cómo no se inventan otra excusa que los deje un poco mejor ante la opinión pública... ¿un pájaro y un trozo de pan pueden con la ciencia más avanzada?

3. El pájaro es un enviado de la Gran Energía Creadora que quiere evitar el fin del mundo. Tiempo atrás la GEC utilizó una paloma para llevar una rama de olivo. Ahora utiliza al pájaro para llevar un trozo de baguette que inutilice la máquina demoniaca con la que el hombre pretende acabar con su gran obra. El Pan es su Carne y con su Carne nos Salva del Mal.

4. La industria panificadora está teniendo pérdidas. La gente cada vez compra menos pan y todo es una maniobra para que las baguettes salgan en los periódicos de todo el mundo. Esperan con eso aumentar las ventas de baguettes y, de rebote, de otros tipos de pan.

5. Los científicos están asustados. Tanto tiempo sin poner en marcha la máquina les ha hecho desarrollar un miedo atroz al fracaso y nadie se atreve a empezar con el proyecto. Como nadie quiere dar el paso final, se han inventado una excusa para no pulsar el botón que arranque el cacharro hasta que alguno de ellos supere el trauma.

En fin, que hay respuesta para todos los gustos. De todas formas dicen que dentro de unos días la rotura estará solventada... Veremos, que, qué queréis que os diga, yo no me fío nada de nada.

2 comentarios:

David Yuste dijo...

Jajajaja, yo creo que la opción de la industria panificadora es las más probable. Esto del marketing viral está causando estragos!.

MSalieri dijo...

Ya no se respeta nada... ni la ciencia se libra de convertirse en un mero instrumento del capitalismo voraz :D