Basado en hechos reales

Teleoperadora: Papá Noel Corporation, le atiende Rosa, ¿en qué le puedo ayudar?
Yo: Disculpe por llamar a estas horas... verá, es que...
T: Un momento por favor. Espere un momentito.

(Se oye un clic y suena el Raphael y su "ropopopó, ropopopó".)

(Un minuto después.)

T: Disculpe por la espera...
Yo: Verá, es que...
T: ... me puede facilitar su teléfono, ¿por favor?
Yo: Ah, claro, es el 555-674572.
T: ... y su nombre...
Yo: Claro, Rodrigo Norreo. Verá, es que la semana pasada...
T: Un momento por favor. No se retire.

(Se oye un clic y Raphael sigue con la misma.)

(Dos minutos después.)

T: Disculpe por la espera, señor Norreo, ¿en qué le puedo ayudar?
Yo: Vera, es que Papá Noel me trajo un reproductor de dvd de esos que leen todo y no va bien. Puse un cd con mp3 y se me colgó y me lo ha hecho ya varias veces y...
T: Disculpe, señor Norreo, pero Papá Noel sólo se hace responsable de los errores que pudieran darse en el trayecto entre nuestros almacenes polares y el domicilio de destino, y por lo que usted comenta, el error podría estar en el producto o simplemente que ese aparato no sirve para reproducir ese formato y...
Yo: A ver, señorita ¿Rosa era? Yo le pedí a Papá Noel un reproductor que leyera todo, y cuando digo todo incluyo el formato mp3 y eso lo puede usted comprobar si lee la carta que seguro tendrá en sus sistema informático... así es que si el producto que se me envió no cumple con lo que yo pedí, la responsabilidad es de ustedes...
T: Un momento señor Norreo, voy a comprobar su carta, no se retire.

(Suena un clic, ya familiar y ahora canta Rocío Durcal, una ranchera, creo.)

(Cuatro minutos...)

T: Disculpe, señor Norreo. Efectivamente...
Yo: Claro...
T: ... su carta está aquí y tiene usted toda la razón, pidió ese producto... pero si lee detenidamente el contrato (lo puede ver en www.papanoel.com/docs/contratocliente.pdf) verá que Papá Noel tiene una semana para admitir este tipo de reclamaciones y han pasado siete días y dos horas desde que usted recibió el producto así es que...
Yo: Averseñorita... me está usted tomando el pelo y no lo voy a tolerar. ¿Me dice que por dos horas no puedo reclamar?
T: Efectivamente, así es, y lo lamento pero es la política de la empresa. Si desea poner una reclamación le puedo dar el número de fax para que la envíe y nuestro departamento la estudie.
Yo: Sí, claro, y yo me chupo el dedo. Por favor, señorita, póngame con su superior.
T: Disculpe, pero yo soy la responsable de la llamada y mis superiores están ocupados.
Yo: Exijo hablar con un superior. Esperaré lo que haga falta. Anda, señorita, vaya a buscar a uno y me lo pasa.
T: Un momento por favor, voy a ver si puede ponerse alguno.

(Suena un clic y Raphael ha vuelto con el tamborilero.)

(Seis minutos y pico.)

T: Verá, es que están reunidos, señor Norreo.
Yo: Me importa tres pitos. Que salga uno de la reunión o póngame a alguien más competente que usted.
T: Un momento.
Yo: Sí sí, un momento, me cago en...

(Clic y no hay música.)

Una voz de hombre: Buenas noches, señor Norreo.
Yo: Buenas noches, ¿con quién hablo?
La misma voz de hombre: Soy el encargado.
Yo: Bien, supongo que la teleoperadora le habrá contado...
El hombre este: Claro claro. Ya me ha explicado su caso. Verá, soy Papá Noel y...
Yo: ¿Qué? ¿Que es usted Papá Noel?
Papá Noel: Sí, el mismo. He visto que su caso era grave y he querido hablar con usted...
Yo: Ya ya, perfecto. Pues me viene usted que ni pintado. Verá, ¿tiene usted para apuntar?
Papá Noel: Claro claro, dígame.
Yo: Apunte: váyase a tomar por culo usted y toda su puta familia, con sus putos enanos de mierda y métanse todos los regalos por el culo de uno en uno, joder, que para algo que le pido va y lo hacen mal... ah, y me borro de usted y me paso a los Reyes Magos, que digo yo que si alguno se equivoca, los otros le enmendarán el error. ¿Lo tiene bien apuntado?
Papá Noel: Sí, pero disculpe, es que...
Yo: Hala, a mamarla.

Clic.

Fin

Bueno chicos. Como habéis visto me estoy disgregando como las bolitas de mercurio de un termómetro de los de antes al romperse contra el suelo. Me refiero a que abro blogs sin ton ni son y casi no puedo abarcarlo todo. Bueno, "casi" no, es que no puedo. Así es que como mi cutresubliteratura lapense ya está muy vista y ya, la verdad, no tengo mucho más que decir, he decidido que este blog se vaya al carajo y punto.

Me seguiréis leyendo, si queréis, en mi revista de prensa particular, papocastedestroyas.blogspot.com y en mi todavía virgen confesionesdeuncinefago.blogspot.com, además de ver mi fotolog algua vez: http://imagelog.goto20.com/salieri. Dejaré mis inquietudes literarias para lasplayasdesiberia.blogspot.com y poco más.

Ha sido un placer lapear todo este tiempo.
Un saludo a tol mundo con tímidas lagrimillas.

Okr.

Nuevo blog: Papocastedestroyas

Y bueno, que he abierto otro blog. Cuando llegue a cien, hacemos una fiesta.

Esta vez va de noticias (no es nada original). Colgaré noticias que me hayan atraído por lo que sea y nada, que estáis invitados todos a pasaros por allí o a no hacerlo, según os venga en gana (no vengáis todos de golpe que no hay mucho sitio, no sé, habladlo y os organizáis).

La web se llama Pa pocas te destroyas... (el nombre tiene su historia, muy vieja) y la dirección pues esta:

papocastedestroyas.blogspot.com.

Y bueno, a ver qué tal.

(La inauguración ya ha sido. No hubo canapés ni barra libre así es que no os perdisteis nada.)

De pis

Quieres ir a mear y sin más te sales de la cama contra la pared y suena el cabezado y con el dolor llega la certeza que algodonada te grita por dentro que no estás en tu casa y en casa ajenas las paredes y las camas tienen su propio baile y este no te lo aprendiste todavía. Te tocas la cabeza y te reconoces vivo y dolorido y buscas las zapatillas que la noche anterior te dejó tu anfitrión y te piensas dos veces si esperar a salvo entre las sábanas rasposas o arriesgarte a salir y darte golpes con todo en la oscuridad y abres bien los ojos porque te la vas a jugar porque es la única salida honrosa y tú no eres un cobarde y tú no eres de los que se puede aguantar el pis eternamente y tú sí eres de los que no se lleva una muda cuando le invitan a dormir en casa extraña.

Moraleja: en la vida hay que arriesgarse porque si te quedas quieto es probable que te mees encima y eso no está nada bien.

Mundos que sí existen pero no

Detrás del frigorífico
A las 24.00-00.00
Donde no llega el rabillo del ojo
Debajo de un botón ton ton
En aquella media sonrisa que lo dice todo, y nada
Debajo de la cama de cuando niño
Australia
En las fotos que te hacen
En las cataratas de la abuela
Bajo el vuelo de aquella falda
La varita del mago
En la cara oculta de su mirada
La caverna de Platón
La de los Beatles
Si tú me dices ven
Anoche, cuando dormía
Barrio Sésamo
Donde van a morir las lágrimas
Ayer

A la vuelta de la esquina

Calle Churruca, frente al número 3.

A su espalda, dos hombres tirados en suelo, posiblemente muertos; en su mano, el arma del crimen; a su alrededor, cientos de personas, algunas de ellas miembros de la policía, gritan "asesino, asesino". En su cara no hay odio, ni sorpresa, ni miedo, ni vergüenza, ni dolor, ni tan siquiera la media sonrisa del malo que se sabe atrapado. Si acaso se atisba un rastro borroso de tristeza que nadie comprende. La mayoría espera que deje la pistola en el suelo y se entregue. Algunos creen que gastará su última bala en evitar todo lo que le espera. Otros seguro que lo desean. La policía espera. Si hace algún movimiento brusco ninguno de los agentes dudará en dispararle. Si deja el arma todo será más fácil, más limpio.

Calle Pez, en el número 4.

Carmela ha tenido una noche horrible. Los últimos tres clientes han sido muy seguidos y tiene el coño destrozado. Ya no está para tanta juerga. Al llegar a casa lo único que quiere es desnudarse, meterse en la bañera, fumarse un porro en silencio y dormir las tres horas que le quedan hasta que suene el despertador. Y eso hace. Arriba se oye música. Seguro que los estudiantes están montando una buena fiesta. Si beben demasiado harán más ruido y a algún gracioso se le ocurrirá golpear su puerta y le joderán lo poco que le queda de noche, pero el cansancio puede con todo eso y cae rendida. Despierta con ganas de morirse. Vomita. Se ducha en un minuto y en cinco ya tiene puesto el hábito. Sor Carmela ya está lista para preparar sus mejores rosquillas con sus hermanas dominicas.

Diálogo entre el Arquitecto y Neo (Matrix Reloaded)

A: Hola Neo.

N: Quien es usted.

A: Yo soy el arquitecto. Soy el creador de Matrix. Te estaba esperando. Tienes muchas preguntas, y aunque el proceso ha alterado tu conciencia sigues siendo indefectiblemente humano ergo habrá respuestas que comprendas y habrá otras que no. De igual modo aunque tu primera pregunta tal vez sea la más pertinente es posible que seas consciente de que también es la más irrelevante.

N: ¿Porque estoy aquí?

A: Tu vida sólo es la sombra del resto de una ecuación no balanceada connatural a la programación de Matrix, eres el producto eventual de una anomalía que a pesar de mis denodados esfuerzos no he sido capaz de suprimir de esta armonía de precisión matemática. Aunque sigues siendo una incomodidad que evito con frecuencia, es previsible, y no escapa a unas medidas de control que te han conducido inexorablemente hasta aquí.

N: No ha respondido a mi pregunta.

A: Muy cierto. Interesante. Eres más rápido que los otros.

N: (de fondo) Quiero salir (bla bla bla).

A: Matrix es más antiguo de lo que crees. Yo prefiero datarlo desde que aparece una anomalía integral hasta que surge la siguiente en cuyo caso ésta seria la sexta versión.

Ns: (de fondo) eso son bobadas (bla bla bla)...

N: Sólo hay 2 explicaciones: O nadie me lo dijo... O es que nadie lo sabe.

A: Exacto. Como sin duda estarás deduciendo la anomalía es sistémica y por eso crea fluctuaciones hasta en las ecuaciones más simplistas.

Ns: (de fondo) estas muerto (bla bla bla). Que te jodan (bla bla bla). Dios ha muerto (bla bla bla). Será viejo capullo (bla bla bla).

N: Elección, ¡el problema es la elección!

A: El primer Matrix que diseñé era casi perfecto una obra de arte. Preciso,sublime. Un éxito solo equiparable a su monumental fallo. Su ineluctable fracaso se me antoja ahora como una consecuencia de la imperfección inherente a todos los humanos. Por eso lo rediseñé y lo basé en vuestra historia para reflejar con exactitud las extravagancias de vuestra naturaleza. A pesar de ello tuve que afrontar otro fracaso. Entonces comprendí que las respuestas se escapaban porque requería una mente inferior o por lo menos no tan limitada por los parámetros de la perfección. Quien dio con la respuesta de un modo fortuito fue otro programa intuitivo que yo había creado, en principio, para investigar ciertos aspectos de la psique humana. Si yo soy el padre de Matrix, ella es, sin duda alguna, su madre.

N: El oráculo.

A: ¡Por favor! (Nota del Transcriptor: con un tono rarito, como diciendo, pero que me estas contando).

A: Como decía descubrió una solución según la cual el 99% de los individuos aceptaba su programa mientras pudieran elegir, aunque únicamente lo percibieran en un nivel casi inconsciente. Aunque esta solución funcionó, presentaba un importante defecto de base con lo cual generaba una contradictoria anomalía sistémica que de no regularse podría poner en peligro el propio sistema. Ergo si no se regulaba a aquellos que rechazaban el programa, aunque fueran una minoría, constituirían una creciente probabilidad de desastre.

N: Se está refiriendo a Zion.

A: Has venido aquí porque Zion está a punto de ser destruida. Todos sus habitantes serán exterminados y se erradicará toda señal de vida.

N: Bobadas.

Ns: Bobadas (bla bla bla).

A: La negación es la respuesta humana más predecible. Pero estate tranquilo. Con esta serán 6 las ocasiones que la hemos destruido y nos hemos vuelto extremadamente eficientes en esa tarea. Tu función como elegido es entrar en la fuente para hacer una diseminación temporal del código que transportas y reintroducirlo en el programa principal. Después se te pedirá que elijas en Matrix a los 23 individuos 16 mujeres y 7 hombres que reconstruirán Zion. Si no se completara este proceso se produciría un error catastrófico en el sistema que aniquilaría a los que están conectados a matrix lo que unido a la exterminación de Zion, nos llevaría en ultima instancia a la extinción de toda la especie humana.

N: No puede permitir que eso ocurra. Necesita a los humanos para vivir.

A: Hay niveles de supervivencia que estamos dispuestos a aceptar. No obstante lo relevante aquí es si estas dispuesto a asumir la responsabilidad de la muerte de los seres humanos de este mundo.

(pausa)

A: Es interesante ver tus reacciones. Tus cinco predecesores poseían deliberadamente tus mismos principios. Unas atribuciones destinadas a generar un estrecho vínculo con el resto de sus congéneres lo que facilitaba la función del elegido. Mientras que los otros lo sentían de un modo muy general, tú estas experimentando una sensación mucho más intima de... amor.

N: Trinity.

A: Por cierto, ha entrado en Matrix para salvar tu vida a costa de la suya.

N: No.

A: Lo que nos lleva por fin al momento de la verdad, en que se manifiesta ese fundamental defecto de base y se revela la anomalía al mismo tiempo como principio y como fin.

A: Hay 2 puertas, la de la derecha te lleva a la fuente y a la salvación de Zion. La de la izquierda te lleva a Matrix, a Trinity, y a la extinción de tu especie. Como bien has dicho, el problema es la elección. Pero ambos ya sabemos que vas a hacer, ¿verdad? Puedo notar ese proceso en cadena, esas reacciones químicas que provocan la aparición de una emoción diseñada específicamente para escapar a toda lógica. Una emoción que ya te está impidiendo ver la verdad más obvia y sencilla. Esa chica va a morir y tu no podrás hacer nada para impedirlo.

(Nota del Trascriptor: Neo se va a la puerta de la izquierda, toma ya, será chulo).

A: Ja. La esperanza, la esencia del engaño humano que es al tiempo la fuente de vuestro mayor poder y de vuestra mayor debilidad.

N: Yo que usted esperaría no volver a vernos.

A: Y así será.

Sin querer

Sin querer...

Me di un golpe en la cabeza con tu ojos azul infierno,
aquella tarde de café y gente por todas partes,
sin querer,
y encontré tu nombre en los gordos labios de tu gordo jefe,
"laura, dos cortados y un zumo de naranja para la dos",
sin querer,
y sin querer irme me fui.

Sin querer...

Te vi por la calle, de compras, mismos ojos, misma tú,
y me paré y te seguí un rato que fueron horas,
sin querer,
y encontré tu nombre en el buzón de tu casa,
al lado del de tu ¿novio? ¿marido?,
sin querer,
y sin querer irme me fui.

Te soñé en otro mundo conmigo, sin él, los dos,
y allí vivíamos felices por siempre y fin,
sin querer,
y a los pocos días volví a ti,
y estabas con él, sin mí, joder,
y sin querer, sin querer,
sin querer te perdí,
sin querer se acabó,
sin querer te perdí,
de un tajo, mi amor,
un golpe seco,
sin querer,
y le dije a él,
"ni pa ti ni pa mí",
sin querer,
y sin querer irme, me fui.

Con los llanitos

Fue mi primer contacto con los de allá: pedí dos whoppers, un sandy, unas patatas y en la caja registradora, delante de mis ojos, apareció el precio: 13 euros y pico, y encima, 9 libras y pico. Se me hizo raro y el chaval burguerkiniano me señaló con el dedo (con el dedo con el que quizá hace un rato se había sacado un moco y luego preparado una hamburguesa, no la mía, espero) la cifra que yo podía entender, la de los euros. "13 con no sé qué", dijo, "en euros". Claro, es que estoy en UK... en un territorio de ultramar, je, vaya coña. Porque he tenido que enseñar mi dni y atravesar (andando) una pista de aterrizaje para entrar en un lugar raro de cojones, donde los precios varían según la tienda, donde la gente habla un gaditoinglés desengrasado que suena a cachondeo chiquitistaní, a trabalenguas, donde las calles son street y las plazas squares... y los tickets son ¿tiketes? Un trauma total, un mundo bizarro en una dimensión paralela, joder hostias qué raro.
Coger la espuma, que se deslice por la palma de tu mano, que las burbujitas te hagan cosquillas entre los dedos y de pronto se vayan, adondequiera que se va la espuma cuando muere. Así decía el viejo que había que vivir. Así decía que era vivir de verdad. Y él lo hizo hasta el día en que se lo llevó la guerra a otras tierras y se lo tragó sin más noticias que una carta en la que prometía volver. De niño, camino del colegio, pasaba por delante de su taller y era para mí casi un ritual asomar la cabeza para ver en qué andaba ese día el viejo. A veces lo encontraba retorciendo alambre para algún arreglo, o hacía nuevo un sillón que parecía a punto de deshacerse. Otras, las mayoría, dormía en su butaca con el pellejo de vino en el regazo.

Era emocionante entrar en aquel sitio lleno trastos, hierros y mil cachivaches, la mayoría de ellos sin utilidad a mis ojos de entonces. El viejo siempre que me veía junto a la puerta me hacía el gesto de entrar y yo no me resistía. Me sentaba en una silla regastada y tras un rato de casi religioso silencio durante el que escudriñaba en busca de algún objeto desconocido, me atrevía a preguntarle sobre todo aquello que en casa era tabú, porque el viejo sabía de todo y no se mordía la lengua. Me hablaba como a un hombre, como a un igual.

Oda boba al puente

Y llega el puente.
Unos se van,
otros se quedan,
y otros,
ni lo uno ni lo otro, por razones que ahora no puedo explicar,
unos están tristes,
otros alegres,
y otros,
ni lo uno ni lo otro, por razones que bla bla bla,
y a los que ni lo uno ni lo otro y a los que no saben si lo uno o lo otro o les da igual,
feliz puente os deseo, por razones bla bla bla.

Fin.

Descolgándose

Alobada anda aquella mujer de labios hinchados a medias por la cirugía y a medias por el amor mal entendido. Te mira como si fueras un recuerdo, sin saber si estás allí o no, sin saber, quizá, si ha despertado ya o si sólo está grogui y todos los demás somos duendecillos lisérgicos haciendo una sentada. Se mueve a ratos, los ojos... los ojos están ahí por estar, que si por ellos fuera quizá se habrían ido por ahí, a ver mundos reales. Quiere hablar, me dicen, lo intenta y sólo baba le sale. Mejor así, porque no soportaría ponerle banda sonora a esa película mala. Luego, durante un momento, parece más ella, se entretiene mirando, reconociendo, y luego se vuelve a ir. Y yo me quedo al otro lado de su sueño, y espero.