Otra vez al teléfono

Yo:¿Sí?
Alguien: Hola, llamaba porque no me ha llegado el router y...
Yo: ¿Cómo? ¿Qué no le ha llegado el qué?
Alguien: Oiga, es que pedí el alta y claro, es...
Yo: A ver a ver, que esto es un particular. ¿A quién llama?
Alguien: A Orange.
Yo: Pues aquí no es. Ya le digo que esto es un particular. Ahora mismo, para que vea, me pilla en gallumbos haciendo una tortilla, así es que Orange esto no es. Más claro el agua.
Alguien: Pero es que yo he marcado el teléfono que me dieron...
Yo: Ya, si yo le creo. Vamos, quién soy yo para desconfiar de usted, pero es que no, que aquí no es. Que digo yo que si le cogen el teléfono donde usted dice no le dirían que no es allí, vamos.
Alguien: Pues sí. Vaya faena entonces, porque no vea usted el lío que tengo con el adsl. Lo necesito urgentemente.
Yo: Ya supongo, pero vamos, que por mucho que insista, como mucho le puedo invitar a tortilla.
Alguien: Pues muchas gracias, en serio, pero es que ya he comido. Mi mujer me ha hecho unas lentejas para chuparse los dedos, que se le dan genial. Otra cosa sería si hubiese preparado paella, sabe, porque se le queda el arroz blanducho y yo me la como porque si no me pone morros.
Yo: Pues sí, menos mal. A mí no es que se me dé mal la paella, pero vamos, que no la preparo mucho. Soy más de microondas.
Alguien: Ya.
Yo: Sí, ya. Bueno...
Alguien: Mmm, ¿y sabe usted lo que tardan en mandar un router de esos a casa estos de Orange?
Yo: Hombre, no sé, no mucho, digo yo. Yo pedí el internet y a las dos semanas ya estaba funcionado.
Alguien: ¿Tanto? Yo pensé que eso era de un día para otro.
Yo: ¡Qué va qué va! Dos semanas seguro se queda usted esperando.
Alguien: Pues vaya. Yo lo pedí ayer, sabe.
Yo: Pues a esperar toca.
Alguien: Pues muchas gracias por ayudarme. Al final hasta me ha venido bien equivocarme de número.
Yo: Vaya, pues de nada. ¿Y a qué número ha llamado?
Alguien: Al 902012220.
Ya: Jejeje.
Alguien: ¿Qué pasa que se ríe?
Yo: Nada, que el mío también empieza por 9.
Alguien: ¿Qué?
Yo: Nada nada, bueno, que le dejo, que se me pasa la tortilla.
Alguien: Bueno, pues gracias otra vez.
Yo: De nada. Hasta otra.
Alguien: Hala, adiós.

El lento de la lentilla

El uno que se lava el ojo con agua oxigenada. El otro que se pone la lentilla de canto. Tener hermanos pa esto... :)

Picor (XI)

-Verá, señor. -El que habla es el representante de los huelguistas. Es alguien en quien confiaba. Ya no.- Queremos mejorar nuestras condiciones laborarles...

A mí nadie me dijo que hiciera las cosas de una u otra forma. Yo estaba allí ya cuando ni siquiera era consciente de mi mismidad. Un día, por decir algo, porque en aquellos tiempos ni tiempo había, supe, decidí, quise hacer algo y lo hice. ¿Salió bien? No lo sé, no había con qué comparar así es que me gusta pensar que sí. Quizá tendría que haber estado más atento, poner más interés, pero hay algo que es superior a mis fuerza: me encanta dormir.

-...y queremos que cada cierto tiempo podamos disfrutar de un descanso que...

Dormir es, cómo decirlo, dormir es como estar en mi Cielo particular. Porque cuando duermo puedo soñar, y en mis sueños no estoy solo. Allí hay otros como yo, mis iguales, y hablo y río... En mis sueños vivo. Y cuando despierto sólo hay problemas.

-...porque las cosas se pueden haer de otra forma, para que todos estemos mejor...

Ahora una huelga. Mis criaturas no están bien en su trabajo. Se quejan y deciden parar para protestar (eso me han dicho que es una huelga). ¿Y qué se supone que tengo que hacer yo? Esto es así, les podría decir. Así es como lo he pensado, así lo he hecho. Así sea, dije, y así es. Quieren establecer un convenio. Quieren decidir. Y yo tengo sueño. Quiero volver a la cama con mis sueños. Y ellos me necesitan. El orden ya no es tal. La gente muere y se queda atrapada en su cuerpo, me cuentan. Atrapados en sus cuerpos y sonrío porque esa ha sido mi vida. Siempre. Y por eso lo que tuve más claro cuando decidí hacer todo esto es que la vida tendría que ser limitada. La eternidad es un castigo. Y ahora ellos no mueren.

-...y así todo podrá volver a funcionar correctamente, porque no estamos dispuestos a...

Yo quiero dormir y estos me miran buscando respuestas que no tengo. A veces me dan ganas de mandarlo todo a la mierda, a todo y a todos.

-...y bien, ¿qué le parece? -El representante está nervioso. Sabe que ya ha jugado todas sus cartas. Ahora todo se reduce a mi decisión, como siempre. Espero unos segundos. Los hago sufrir un poco más. Cierro los ojos. Y hablo.

Filtraciones

Yo nunca sueño, así es que lo que recordé anoche mientras dormía fueron imágenes de otra vida, escenas más o menos bien rodadas de una vida que deduzco mía y anterior, supongo, ya que si esto es poco creíble menos lo sería si la vida recordada fuera de otro, o mía futura. Total, que me he levantado con el corazón en un puño y en el otro mi despertador con forma de caimán (o cocodrilo, no lo tengo muy claro). Entonces todas las escenas me han venido de golpe, frescas, con sensaciones a punto de caramelo agarradas como sanguijuelas a mis poros.

Escena 1: Me he visto en una casa que no era la mía, y esto lo sé porque yo odio las cortinas y allí había cortinas por todas partes, con bordados de abuela y todo. Entonces ha entrado un mayordomo con una bandeja y sobre ella un cartón de vino abierto. Me lo ha ofrecido y yo, la verdad es que no tenía ganas de nada, he aceptado por educación. Luego el tío ese se ha convertido en palomo y ha salido por la ventana. He pensado que quizá tenía prisa y me he bebido el vino, que sabía a mocos.

Escena 2: Después mucha gente me gritaba apuntando con el dedo detrás de mí. Eran miles. Todos histéricos señalando a mi espalda, y yo no los entendía. Cuando he querido mirar lo que la turba me indicaba me he encontrado con el mayordomo de la Escena 1, desnudo él, y con una gaita bajo el sobaco. Le he dicho que ya y se ha puesto a tocar "Si vas pa la mar pa la mar, si vas pa la mar" con mucho estilo.

Escena 3: Estaba en una casa sin espejos y yo buscaba uno para verme la cara pero no había, ya lo he dicho, y me empecé a agobiar porque no sabía si yo era yo u otra persona o cosa o qué. Corrí por un pasillo hasta la puerta de salida y tras ella estaba yo jugando a las canicas con Miguel de la Cuadra Salcedo, y me he dicho "¿juegas con nosotros?" y como no tenía canicas para jugar me he puesto muy nervioso. Miguel de la Cuadra me ha mirado con inquina, y yo cómo le digo que no tengo canicas. He mirado a mi otro yo como pidiéndole ayuda (no se me ha ocurrido hablar), él/yo me ha/he dado una canica pero al cogerla pesaba tanto que la he soltado de golpe.

Y me he despertado, pero no es un sueño, porque esta tarde he ido a una vidente y me ha dicho que tengo filtraciones de otras vidas y que como me descuide me van a dejar tonto y no voy a saber ni quién soy. Siguiendo su nada barato consejo, esta noche dormiré en la cocina, junto al cubo de la basura (lleno), me taparé con una manta previamente empapada en gasolina y salpimentada y leeré una y otra vez en voz alta hasta dormirme las Cantigas de Santa María; y ya mañana os cuento qué tal.

El hombre que sudaba demasiado

Y sudaba y sudaba y sudaba a un ritmo de medalla de oro. Así fue siempre desde que recuerdo. Hasta que una mañana dejó de sudar y bueno, le costó adaptarse al cambio pero ya bien, ya hace vida normal y se caso y todo. Si lo ves no lo reconoces. ¡Hasta está guapo el jodío! ¿Y tú con los juanetes qué tal?