Sigues

Mal tú mal yo. La balanza que se sujeta sobre el hilo que sobra en el dobladillo. Un aire, una brisa traicionera y el resbalón que todo el mundo encuentra gracioso. Sales con la mirada baja y nadie te mira. Nadie sabe que eres culpable. Sólo tú, y es más que suficiente. Sólo yo sé que eres inocente. Mira qué gracia. Un golpe de sol te echa hacia la sombra. Yo espero, que es lo que toca, y no sé si esperaré poco o mucho, pero esperaré. Ruidos y hojas al viento, que ya no es brisa y hay quien protesta en voz alta. Das la vuelta a la esquina y ya no te veo. Tú a mí tampoco, pero de eso hace ya mil años. Repito tu camino para mí e imagino el resto que no vi, pero también acabo por perderte. Sigues andando, porque sé que sigues, sigues hasta que ya nada importa y ya no recuerdas y vuelves a sonreír, y yo sigo esperando, porque es lo que sé hacer, pero no sé hasta cuándo.

2 comentarios:

Lara dijo...

Esto Me encanta (y no me cuentes la macabrada en que está basado, o si no está basado en nada tampoco me lo cuentes, que estoy feliz con mi propio nosignificado imaginario), y me recuerda a cosas muy familiares, y ¿cortazariano tú?

Pues sí.

MSalieri dijo...

Vaaale, no te cuento naaaaaa. :)