Sin dedos se puede vivir pero mal. Sin dedos gordos es imposible andar. No sé si los habré perdido para siempre o será algo temporal. El simple contacto con las uñas me hace rabiar de dolor. Aparentemente están sanos. Quizá los rayos X dirían otra cosa. El dolor no remite. No veo hinchazón. Menos mal que es verano, o casi, y puedo usar sandalias. No puedo dormir boca abajo.
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