30, por el culo te la hinco

han pasado unos días desde que la tercera década, sexto lustro, año treinta... su puta madre en vinagre... tal y como había prometido hace unos años hizo su triunfal aparición.

la Treintena bajó la escalinata azul con la sonrisa del gato de Cheshire en su estúpida cara, una pastilla azul en la mano izquierda y otra roja en la derecha... "todo lo que has vivido hasta ahora ha sido una mentira", me dijo con la voz del doblador de Morpheo, "si te tomas la pastilla azul, todo seguirá como hasta ahora y olvidarás que hemos hablado". aquí Aquello hizo una pausa -hay que decir que aunque ser inefable de formas informes tenía un brillante control de la oratoria-, "por el contrario, si tomas la pastilla roja, conocerás la verdad -lo dijo con v mayúscula, sentí- y fliparás en colores -creo que no dijo eso exactamente pero es lo que deduje de su diarrea verbal".

sin pensármelo dos veces agarré la pastilla azul, me la metí en la boca y me la tragué. ¿quién quiere meterse en líos al cumplir los treinta? lo que yo quería era seguir como estaba, plácidamente estancado en una felicidad controlable de contornos borrosos y olor a lavanda... la Treintena cambió su sonrisa de gato cabrón por la jeta de alguien que te sorprende mientras te follas a tu mujer, a su madre y a su hija, a todas a la vez y en público. "¡qué!", dije, algo a la defensiva. "imbécil", respondió, "imbécil inútil", matizó, "era coña, la azul es la pastilla revolucionaria y la roja la conservadora; no me has dado tiempo a explicarte la broma"...

una broma. ni puta gracia.

y por culpa de una broma ahora vivo en el mundo real, donde te operan los codos por un pinzamiento chungo, el Barça gana la liga y la copa de europa arrasando y tus carnes se derriten hasta impedir que te veas la entrepierna si no es metiendo la barriga...

arg.

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