Elegía

Se ha ido para siempre.
Ya no está a mi lado, ya no ronronea cuando lo acaricio,
ya no gruñe cuando lo maltrato,
ya no está.

Se fue cuando yo no estaba.
Se fue sin decir adiós, sin decir nada.

Lo encontré donde siempre me esperaba,
callado,
con un silencio enfermo, frío, quieto.

Quise llorar y no pude. Corrí como si con mi ansia fuese el milagro,
como si con mis manos pudiera devolverle
la respiración,
la luz a sus ojos pequeños,
la vida, su extraña vida.

Se fue cuando yo no estaba.
Se fue sin decir adiós,
sin decir nada.

23/01/07 - Al día siguiente de perder mi PC.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Tienes algo escribiendo que engancha.

MSalieri dijo...

Es que siempre le echo unas gotitas de Eau de Cocaine...

;)

Anónimo dijo...

te acompaño en el sentimiento, sé por lo que estás pasando, pobre

Reb dijo...

Ningún ordenador es irremplazable, puedes comprarte otro y ponerle el mismo nombre, acariciarle del mismo modo. Ya verás como al final te parece el mismo

MSalieri dijo...

Sé que tus palabras vienen cargadas de muy buenas intenciones, Reb, pero para mí eso que me dices es un imposible.

Hace unos minutos, una amiga a la que conoces ha bajado mis cuatro pisos cargando el cuerpo sin vida y casi vacío (mi pc era donante y le he sacado casi todos los órganos por si alguien los necesita), casi vacío, decía, de mi inovidable ordenador. Y lo ha bajado ella porque para mí habría sido tan duro hacerlo, tan doloroso... que no sé si habría aguantado las lágrimas que ahora mismo, mientras te escribo, luchan por su libertad.

Fue muy especial para mí y me parece increíble siquiera imaginar que ya no estará nunca más junto a mí.