A veces, cuando quieres hacer algo sin decidir, dicen, se puede desblogar una margarita. Pétalo a pétalo. Arrancas los blogs, uno a uno, alternado el sí y el no, reduciendo la dicotomía hasta quedarse con la única opción posible y con una margarita muerta que acabará en el cubo de la basura.
Desblogar la margarita, blog a blog, implica caminar hacia adelante sin importar los medios, sin importar que tras de ti quede un cadáver, aunque sea una simple flor y sus pétalos internáuticos llenos de letras que ya no recuerdas.
Hace tiempo que desblogo la margarita. Parece tener infinitos pétalos.com, .net., .org, .es... de todas las formas y colores. Quizá no tenga fin, es mi miedo, y la dicotomía irresoluble y permanente sea mi única opción.
1 comentario:
Yo no sé lo que fumas, pero podías pasarlo, tío.
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