Lapo mental 60

Fábulas (con moraleja(s))

La Fábula del Loro y la Puerta Interdimensional

Hace muchos muchos años en lo más profundo de la selva amazónica vivía un Loro (moraleja: tiempo atrás en la selva había loros). Gustaba el Loro de volar y de comer y de todo aquello en lo que sus alas o su pico o sus patas tuvieran cierto protagonismo (moraleja: si eres loro, asegúrate de tener alas y pico y patas, que si no te vas a aburrir mazo). Los demás animales de la selva lo miraban de reojo y casi no le hablaban, puesto que de todos es sabido que en la selva los animales miran raro, y hablar no hablan, ni esos animales, ni otros, si acaso los loros y si tienen voz humana cerca para imitar, que de ellos no sale el hablar así como así, sin entrenar ni nada (moraleja: si eres un ser pluricelular, mejor no seas un animal, que no pueden hablar; vegetal tampoco).

En esto que un día, por entrar en el meollo, el Loro se levantó inquieto y se puso a volar como un poseso de un lado para otro hasta que se perdió (moraleja: cómprate un plano de tu selva no vaya a ser que un día te pierdas). Cansado, jadeante, se posó sobre un pedrolo en medio de un calvero donde permaneció al menos un rato hasta que se puso a pensar si se quedaba o se iba, y en el caso de que decidiera irse, adónde iría... así es que como no era loro de grandes reflexiones pero sí práctio, optó por quedarse y ahorrarse decidir su destino (moraleja: ir pa na es tontería).

Pasaron las horas y llegó la noche, algo con lo que el Loro no contaba (moraleja: por mucho que algo se repita día tras día, hay peña que se sigue sorprendiendo; véase Crónicas Marcianas). El miedo le pudo, temió por su vida, que es la que tenía más a mano, y tembló como sólo saben temblar los loros (moraleja: si ves a alguien temblar, o tiene frío o tiene miedo, o ambas cosas).

Entonces, ante él, se abrió una Puerta Interdimensional, así, redonda, de la que salían rayos blancos y azules y que hacía un ruidito metálico constante. El Loro se metió dentro y desapareció.

Moraleja: Si te pierdes en una selva, no temas, seguro que alguna puerta interdimensional te saca del apuro. Si eres un loro.

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