la flor

agarré una flor sin nombre ni color y al llevármela a la nariz reconocí mi derrota, pues en su olor vi el malva y azul de sus pétalos, y de la sangre que sus espinas me robaron brotó un suspiro, tristeza por verme caído, sin voluntad ni aliento, fácil presa, alma en vilo.

y al alejarla de mi lado fui sólo una sombra sin voz ni camino.

No hay comentarios: