En un callejón de un pueblito perdido donde sea. Un hombre de carisma habla con un escéptico y chaquetero creyente:
El Profeta: En verdad, en verdad os digo...
El futuro converso: Y dices, en verdad dices, que...
El Profeta: En verdad digo, y no digo más que lo que digo...
El futuro converso: Y dices...
El Profeta: Y digo...
El futuro converso: ¿No querrás decir que...?
El Profeta: No, si dijera eso que dices que digo acabaría por desdecirme y en verdad os digo que lo que digo es lo que digo y no lo que no digo, ni algo parecido o similar...
El futuro converso: Dices decir...
El Profeta: ... y digo...
El futuro converso: ... y dices... ¿qué dices, en verdad?
El Profeta: En verdad os digo que si dejamos caer las hojas de los árboles,
y soltamos las amarras que frenan a las nubes
quizá, sólo quizá, Él nos libre de la tiranía y...
El futuro no converso: Eso, amigo, eso es mucho decir.
2 comentarios:
Pero mucho, sí.
Diego: ¿Donde dice digo dijo qué?
Publicar un comentario