No soporto a la gente que para apoyar lo que dicen tienen que recurrir a lo que dijo alguien...
No me refiero a apoyar una posición en los conocimientos de algún especialista para dar a entender que uno no se inventa las cosas, que no dice locuras. Hablo de los que para decir que tal atardecer es impresionante usan una cita de algún literato ñoño, o que para señalar una gran verdad universal recurren a las palabras de otro conocido filósofo, personaje histórico, verso de poema, párrafo de novela... ¿Es que no basta con lo que uno dice? ¿Tenemos que ser constantemente el eco de lo que otros dijeron años, siglos atrás?
Hay verdaderos citadores compulsivos, quizá enganchados a la belleza de lo que otros dijeron, quizá inseguros con sus propias palabras... ¿será eso? No sé, pero me repatea el higadillo. Ante la gente, hablo en general, es de ser un cultureta de alto nivel salir con alguna cita en medio de una discusión o discurso... quedas como dios... "mirad lo mucho que he leído, lo que sé, la buena memoria que tengo y tal, lo bien que meto las citas en el momento adecuado..." Es todo un arte. El Citadismo como instrumento dialéctico. Da para un libro. Si coges a dos citadistas experimentados y los enfrentas pueden pasar horas citando a tal y cual y acabarán provocando el vómito entre el incauto público.
Hoy me he levantao protestón, lo sé, pero es que no los trago. Como dijo Cervantes, "En un lugar de la Mancha...", ¿y esto, a qué viene?
3 comentarios:
Me declaro citadista nato. Sólo cuando me pongo tonto. Normalmente nunca olvido una entrada de blog, pero en este caso haré una excepción :P
Besos ;*)
No lo eres... si lo fueras, habrías comenzado diciendo "Como dijo..." :D luego habrías añadido algo y habrías acabado con un "porque, en palabras del gran XXXX, 'bla bla bla'"...
El citadismo como instrumento dialéctico. Bravo.
(Y bravo tu perfil: inmenso)
Ya dijo...
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