To lo raro me pasa a mí

A mí me pasa de todo. En serio. De todo. Lo más raro me pasa a mí. ¿Que no? Mira. Ayer me encontré en el frigorífico un hombre descuartizado. Como lo oyes. Descuartizado. Metido en mi frigo hecho trocitos, tro-ci-tos. Iba yo a sacar la mantequilla para el desayuno y ahí estaba. Después de vomitar un par de veces, hasta le encontré la gracia al asunto, por no llorar, supongo, y hasta me reí. Je je, así soy yo de rarito. Quien fuera que lo despedazó le puso empeño y hasta algo de arte. La cabeza la envolvieron en papel de plata, como el resto de trozos. Es más, creo que se lo habían pegado a la piel, porque se reconocían todos los rasgos del cadáver. Era algo así como una máscara funeraria del siglo XXI, ja ja. El asesino la había colocado donde yo tenía puesta la lechuga. Y la lechuga en la mesa con todo lo demás, poniéndose pocha. No me sonaba la cara, aunque así, separada del cuerpo, plateada y en el frigo, supongo que no es fácil reconocer a alguien. Luego resultó ser el portero. Las vísceras estaban en la zona de embutidos, los brazos, las piernas y el torso ocupaban casi todas las bandejas. Los huevos y la polla se habían congelado en la zona de los cubitos y ahora parecían pasas. Los pies, donde los quesos, claro, ja ja ja. Y las manos, pegadas por fuera del frigo como si fueran imanes sujetapapeles. Sí, oye, todo un artista. Bueno, eso es lo que dijo la policía, que yo de eso no entiendo... No te rías, que no es broma, joder. Imagina que te pasa a ti. Es para flipar, ¿no? ¿No te lo crees? ¡Que es verdad! ¿No me crees? ¿No? Pues te jodes, vete a la mierda, joder.

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