Con los llanitos
Fue mi primer contacto con los de allá: pedí dos whoppers, un sandy, unas patatas y en la caja registradora, delante de mis ojos, apareció el precio: 13 euros y pico, y encima, 9 libras y pico. Se me hizo raro y el chaval burguerkiniano me señaló con el dedo (con el dedo con el que quizá hace un rato se había sacado un moco y luego preparado una hamburguesa, no la mía, espero) la cifra que yo podía entender, la de los euros. "13 con no sé qué", dijo, "en euros". Claro, es que estoy en UK... en un territorio de ultramar, je, vaya coña. Porque he tenido que enseñar mi dni y atravesar (andando) una pista de aterrizaje para entrar en un lugar raro de cojones, donde los precios varían según la tienda, donde la gente habla un gaditoinglés desengrasado que suena a cachondeo chiquitistaní, a trabalenguas, donde las calles son street y las plazas squares... y los tickets son ¿tiketes? Un trauma total, un mundo bizarro en una dimensión paralela, joder hostias qué raro.
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3 comentarios:
¿Dónde has estado???
Jejejeje, en un sitio muy raaaro lleno de gente más rara todavía... y en pueblecitos gaditanos a los que volveré algún día.
Ah, ya sé.
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