Y llega el puente.
Unos se van,
otros se quedan,
y otros,
ni lo uno ni lo otro, por razones que ahora no puedo explicar,
unos están tristes,
otros alegres,
y otros,
ni lo uno ni lo otro, por razones que bla bla bla,
y a los que ni lo uno ni lo otro y a los que no saben si lo uno o lo otro o les da igual,
feliz puente os deseo, por razones bla bla bla.
Fin.
4 comentarios:
quiero volver al país de los puentes!!!! dejar atrás el de los grifos separados para agua caliente y fría (???), el país sin semáforos para peatones, y laberintos en lugar de pasos de zebra, donde llueve (aunque no mucho)y las ardillas se reproducen cuan conejos
baaah, mentira, no se está tan mal aquí, eso sí- no tenemos puente... buuuuuuuu
Si par hasard
Sur l'Pont des Arts
Tu croises le vent, le vent fripon
Prudenc', prends garde à ton jupon
Si, par hasard
Sur le Pont des Arts
Tu croises le vent, le vent maraud
Prudent, prends garde à ton chapeau.
Brassens.
Y puesto que el heterónimo debe estar como para irse, aventuro una traducción, inventándome dos de la palabras, que no he cenado y no voy a levantarme por el diccionario: si por casualidad en el Puente de las artes te cruzas con el viento, el viento cabrón, prudencia y vigila de tu falda el faldón, pero si porsi-porsi en ese mismo puente te ataca el viento cabestrero, cuidado prudencia con tu sombrero.
Para que veáis que hay todo tipo de puentes.
Por lo que veo tú te vas, porque a mí que me quedo el puente me inspira pocas odas. Eso sí, en mi entrada de hoy hablaba de un puente, mira por dónde, aunque no era este que mañana llega, sino el único puente madrileño para mis ojos, el que más he recorrido: el viaducto acristalado.
Yo me quedo, ya te he dicho, os vigilo el cemento, y prometo volver de nuevo a las calles, reconciliarme con ellas, ahora que no estáis y poca compañía me haréis entre las paredes.
Me parto de risa, aunque sea a puente pasado.
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