Eternamente

"Te encontré colgada de una rama, con cara de torpe militante, algo magullada. Llevabas un sujetador rosa horrible (rosa-horrible). No hizo falta que me pidieras ayuda. Estabas buena y eso era suficiente. Lo sé, qué superficial, pero cuando no conoces a alguien uno siempre es superficial. Ya llegará el resto, si es que lo hay. Me puse encorvado, las manos en el tronco del árbol, y apoyaste tus pies descalzos en mi espalda, en mis hombros. Esa fue la única vez que me tocaste, y yo a ti, aunque fuera con aquella camisa de por medio (la guardé un tiempo, sucia todavía de tus pies enarenados). Te soltaste, no sé cómo, y en unos segundos ya estabas corriendo por el camino hacia quién sabe dónde. Te dije adiós con la mano, no sé si hablé, pero no me viste. Y ya."

Epitafio encontrado en la tumba de F.J. Kronenberg (1924-2003), podólogo y afinador de gaitas.

2 comentarios:

Lara dijo...

Eres un mamón! ¡Me encanta!

MSalieri dijo...

:) Gracias flower. El mundo de los epitafios está todavía por desarrollar. Tengo varias propuestas para el mío, pero no caben en la lápida, snif.