Tengo un plan para salir de aquí. No será como aquel en el que tenía que cerrar los ojos y contar hasta diez. Ni habrá que usar el poder de los guiños, ni el de los interruptores que no funcionan, ni tendré que escribir y borrar palabras sin sentido mil veces. El mío, este, es un plan perfecto, y nadie se reirá de mí.
En mi mesa tengo todo lo que necesito.
Dos imperdibles, que agarran lo que quiero quedarme -tú y mi despertador; la madera que le sobra al sacapuntas, que en realidad no sobra; el espejo aquel roto que me dio tan buena suerte, para variar; la carta, el comodín con el payaso con risa de malo, que vale para lo que quieras; y el boli, para ir escribiendo cada uno de los recuerdos que ya ni recuerdo.
Mañana será el día.
Todo queda dicho,
para que conste.
2 comentarios:
Y cuando te pones tierno, ya ni te cuento.
;) Mi lado gaaaayer.
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