El hombre bucle

No sé si os hablé del hombre bucle, el señor que vive encima de mi casa. Es ese que a las tantas de la noche se pone a escribir a máquina (sí, de esas antiguas, de las que hacen cla cla cla cla cla). Cuando no está aporreando las teclas (puede que solo las golpee porque le gusta el sonido y que en el papel salgan letras aleatorias, o que ni siquiera tenga papel), está haciendo cosas. Digo haciendo cosas porque no lo veo y tengo que imaginármelas por el sonido que me llega. Anoche hizo una de sus rondas-bucle: se paseó infinidad de veces por la casa, yendo de habitación en habitación, encendiendo y apagando las luces (plas plas plas plas plas, clic, clic, plas plas plas plas...). Luego su mente ideó un plan maligno sin permiso de su consciencia, que creo que anda más perdida que otra cosa: se puso a raspar algo. Después de unos minutos oyendo el ras ras ras concluí que al señor le había dado una necesidad irrefrenable de raspar los rodapiés de su casa, quizá para limpiarlos de restos de pintura (real o imaginaria). Esta operación pudo durar una media hora entre la una y y la una y media de la mañana. Doy por hecho que no ha terminado con todos los rodapiés y que esta noche, o cualquier otra, seguirá con su plan maquiavélico demencial. Os tendré al tanto.

1 comentario:

JuanRa Diablo dijo...

Otros se siguen a través de facebook, tú haces un seguimiento imaginario más minucioso.
Dónde va a parar...