¿a qué huelen las nubes? así empezaba un conocido anuncio de la tele que me dejó marcado para toda la vida. ¿estaré enfermo por plantearme a qué huelen las nubes, o lo estoy por dejar que un simple anuncio me deje secuelas? no lo sé, quizá por las dos cosas. lo que está claro es que estoy enfermo, muy enfermo, porque no puedo andar si no es siguiendo el compás de tu sonrisa.
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