Fábula del camino, el viejo y el caballo

El viejo tenía la cara como el desierto: grande, amarilla, reseca, milenaria, cálida, profunda, arenosa y encantadora. Con una mano acariciaba el cuello del caballo. En la otra sostenía un cigarrillo. El camino se había dividido en dos y no tenía ni idea de por donde tirar.

-Buenas tardes.
-Buenas tardes -me respondió.
-Verá usted... es que voy hacia el río...
-El río. Ahora lleva poca agua. Mejor ve en primavera. ¿Verdad Lozano?

El '¿Verdad Lozano?' no iba para mí, deduje al ver que el viejo se volvía ligeramente hacia el caballo. Me quedé mirando como un tonto al animal esperando su confirmación.

-Ya imagino. Pero es que ya que estoy me gustaría llegar y ver la zona...
-Sí sí. Pues mira. Por los dos caminos llegas. Por uno llegas antes que por el otro. ¿Verdad Lozano?

Lozano tenía que saber mucho de caminos. Se habría recorrido todos los de la zona mil veces y, como yo, preferiría coger el más corto. A él quizá le daría igual volver de noche a casa, pero un servidor es de los que prefiere ver por donde pisa.

-Pues el corto, si me dice usted cual es... me vendría muy bien.
-Claro claro. -Entonce se echó el cigarrillo a la boca, volvió palmear el cuello de Lozano.- El corto, claro. La de veces que me habré hecho yo ese camino. Setenta y dos años tengo y desde los ocho trabajando por estos caminos...
-... Mmm, ah...
-...y estos caminos antes no estaban como ahora...

Tras media hora larga de monólogo el viejo (se llama Gregorio, tiene cinco hijos, un rebaño de ovejas, dos caballos: Lozano y Kika, fue taxista en Madrid, albañil, vendedor de fruta y creo que guardabosques a ratos, le gusta cazar, hace queso, vende lana y dos hermanos mayores murieron en la guerra, es viudo, una vez fue con otros viudos a buscar novia a otro pueblo pero sólo había mujeres malas, con el pelo que le sale de las orejas se puede hacer una escoba) se calló. Miré el cielo y el sol ya estaba poniendo el cartel de 'cerrado'.

-Entonces vas al río...
-Iba, Gregorio, iba, que ya se está haciend...
-Pues nada entonces. Hasta otra, y vaya con cuidado, que se está haciendo de noche.
-Lo mismo digo...

Moraleja: Lleva siempre un mapa y si ves un viejo con un caballo, corre lo más que puedas.

2 comentarios:

Lara dijo...

te ha pasado?

MSalieri dijo...

nop.