La vida de uno
Uno confía en su suerte y a veces la suerte le coge a uno por detrás y le raja el culo, sin miramientos, y luego se va y uno se queda tirado en el suelo sin saber muy bien qué ha pasado pero, me cago en dios, le dan a uno ganas de matar a alguien o algo peor. La suerte no siempre es buena, decía mi abuelo, y él lo sabía muy bien, que mala vida le había tocado, y más de una que se había llevado por delante en aquellos tiempos de antes en los que la vida, la de uno, era la que valía, y la de los demás que se la guarden como puedan. Ya no es como antes, me decía. Ahora es distinto, digo yo, que es lo mismo pero con menos nostalgia, porque uno es joven y no tiene recuerdos de los tiempos del abuelo. No hay nada que echar de menos, o sí. Echo de menos no estar cuando todo vaya mejor.
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4 comentarios:
Qué buen final. Yo también. O peor, da igual.
;) Tamos arreglaos los dos...
Los tres. opino idem, me sumo.
Lara, lo mío es peor. ¿te suena??? jajjaja. un beso wapa.
la q escribió el lazarillo.
Como se sume alguien más, hacemos una asociación con sus pins, camisetas y pancartas reivindicativas.
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