Primero acaricié su linda mejilla con el filo de la navaja, luego corté.
Cuando la piel se rompe hay una música, un arrullo armónico que sólo es perceptible si estás preparado para él. Cuando la sangre se derrama, arteria, piel, vello, por el brillante metal, cuando se la deja correr, la música se proyecta hacia todos lados, estruendosa, como si un invisible director de orquesta ordenara con un violento movimiento de su batuta que mil músicos pasaran de un pianissimo a un fortissimo en una décima de segundo. Es esa música la que me sube por la espalda y me eriza, me hace gritar, más fuerte incluso que los gritos de ella.
Gritaba suplicante, lloraba y sus lágrimas embarraban la pureza de su sangre liberada. Corté su pelo como pude. Se movía demasiado y me llevé una oreja. Gritó más y me insultó. Le corté la lengua. Entonces sangró mucho y vomitó.
Siempre quise ser bueno en los deportes. Entrenaba más que ninguno en el equipo del colegio. Corría y corría hasta que me las piernas me explotaban de dolor. No sirvió de nada. Era torpe y eso no lo iba a poder arreglar jamás. A la profesora de gimnasia le puse un escorpión en el cajón de su mesa y estuvo de baja casi todo el trimestre.
Se desmayó y me puse a hurgar dentro de ella. Esto me relaja, cuando ya está casi muerta o muerta y puedo concentrarme. Respiro profundamente y me pongo a lo mío.
Un pulmón es mucho más asqueroso cuando lo pones sobre una mesa que en las fotos que salen en los libros de biología.
6 comentarios:
De lo más entraña-ble!
¿Verdad que sí? :D
Cuando la piel se rompe hay una música...
Obviando la sangre, hijo mío, escribes tan de puta madre...
La sangre es inspiradora :D
Y este me deja acojonado. Qué manera de separarte de ti mismo, con ese don que tienes! O no tienes ese don, y eres simplemente un asesino en serie que se duerme al son de los pellejos rasgando? Mmm. Tarde me entero.
Abrazotes, psycho.
Mi sueño es arrancarle los padrastros a tirones a mi mayor enemigo... :)
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