Cosas del azar

Explotaron todos a la vez, cuando nunca había fallado ninguno. Son cosas de la técnica, que hace buenas migas con el azar y los picos de tensión. En unos segundos todo ardía. A las llamas yo las veía a cámara lenta, como en un vídeo musical en el que el grupo parece estar en medio de un concierto sin público, en una escena imposible de caos donde únicamente ellos transmiten orden. El olor a plástico quemado, a papel quemado, a cualquier cosa quemada, y el calor. Los gritos no eran míos. Yo permanecía calmo en medio de aquella escena cada vez más real. Esto es estar en shock, me dijeron después. Yo les dije que sí, que sí, que eso sería, pero si soy sincero simplemente me quedé parado viendo arder todo, porque sin duda fue la cosa más bonita que vi jamás.

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