A petición de M. Salieri y con el ánimo de mantener con él una buena relación, transcribo en este blog el correo electrónico que ayer mismo recibí escrito de su puño y letra. Antes que nada querría dejar claro que es un honor que el propio Salieri haya contactado conmigo y que podrá, siempre que quiera, utilizar este humilde blog para hablar de lo que le dé la gana. Si yo he seguido sus pasos literarios hasta ahora y he tratado de seguir fielmente el espíritu de su género literario ha sido por una sana admiración y porque lo veo como un mentor al que seguir y de quien se puede aprender muchísimo. Yo no sería quien soy si no hubiese caído en mis manos siete años atrás aquel librito suyo en el que desarrollaba la teoría de los lapos mentales. En fin, espero que Salieri siga con nosotros muchos años y que siga haciendo grande la literatura. Si finalmente decide abrir un blog, como anunció en su twitter, sabrá que tendrá en su más fiel discípulo, un servidor, al primero de sus lectores. Os dejo con su correo.
"Querido Marco A. García.
Me presento aunque creo que ya me conoce. Soy Marco Salieri, escritor y polemista. He sabido que usted lleva años escribiendo en su blog algo inspirado en lo que yo llamo "lapos mentales". Mi conocimiento de los secretos de internet es muy limitado, pero con la ayuda de un amigo hace unas semanas pude acceder a su página web. He de decirle que la he encontrado tremendamente inspiradora. Es un honor para mí y la confirmación de que mis esfuerzos no han sido en vano que alguien como usted haya cogido el testigo de este mi género literario y le haya dado tantas horas de su tiempo a la creación de estas cientos de pequeñas obritas improvisadas.
Dicho esto, me gustaría hablarle de una cuestión que me tiene tremendamente preocupado. En diversas entrevistas, mesas redondas y otros foros similares, he sido preguntado por su blog. Eso no sería ningún problema (en serio, me parece todo un descubrimiento digno de toda loa) si no fuera porque toda la gente que me conoce cree que su página web es obra mía y sólo mía. Por más que trato de hacerles ver que están en un error, sólo consigo risas cómplices y frases chistosas, como si fuera mi intención engañarlos tontamente con esta cuestión en lugar de transmitirles con franca sinceridad que nada tengo que ver con su autoría. He de decir que en parte la culpa es mía, sobre todo desde que publico sus lapos mentales en mi reciente creado twitter (algo que creo confirma mi apoyo incondicional a su obra). Esto ha llevado enredar todavía más la situación, ya que ha certificado en cierta forma a todos que, efectivamente, el blog, su blog, es mío en realidad.
Le pido, le ruego, que haga público este correo electrónico en su blog, que aclare usted mismo si es necesario que nada me relaciona con su página, que tan sólo nos une el simple hecho de que usted escribe lapos mentales, esos que yo di en parir en una tarde lluviosa de enero de 2002 y de los que hablé más tarde en la obra "Escritura escupida: el lapo mental" más con un afán de juego literario que con la idea vanidosa de trascender, aunque el tiempo, como podemos ver, está conviertiéndolos en mucho más de lo que en un principio fueron en mi pequeña y humilde mente.
No le molesto más. Sepa que siempre podrá contar conmigo y que podremos seguir en contacto siempre que usted quiera.
Atentamente,
Marco Salieri."
Creo que las palabras del señor Salieri bastan para aclarar que este blog nada tiene que ver con él, salvo que desarrolla en la práctica su teoría literaria desde el respeto y la admiración.
2 comentarios:
Interesante aclaración... aunque Marco, me vas a permitir que en alguna ocasión utilice la cuenta de twitter de Salieri para transmitirte algún mensaje, ya que, como veo que os cruzáis correos, él puede hacértelo llegar sin problemas en alguna de vuestras conversaciones sobre lo divino y lo humano.
Jejeje, como quieras... mientras él no se lo tome a mal. De todas formas acabaré abriéndome yo un twitter, para evitar más confusiones ;)
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