Salvo por el coste inicial en material, véase ametralladora y munición, ametrallar es gratis. Como catarsis para el que dispara es realmente recomendable. Como método de relajación final para el que recibe el balazo o los balazos, es sumamente efectivo.
Que si es algo que he hecho. No, lo admito. Todavía (todavía) no he sido capaz de ponerme a ello. Ni como verdugo ni como víctima. Pensaréis que lo preferible es ser verdugo. Permitidme que lo ponga en duda. La muerte es preferible a una vida de culpa, arrepentimiento y, en el peor de los casos, cárcel.
No es fácil. No creo que sea habitual plantearse esto, para suerte de la mayoría de la población terrícola. Solo unos pocos caen en esta trampa que lleva a un inevitable sufrimiento a cambio de un placer que a lo suma dura dos o tres minutos.
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