Despertar no es tan fácil
Al día siguiente me levanté con dolor de todo y una sonrisa pegada en la cara. Me arrastré hasta la cocina, requemé el café y me dejé en el sofá. Puse la tele no sé para qué. Para oír algo. Y así un rato largo. El café sabía a whisky y yo olía a tabaco de otro. Mi pelo era alquitrán. Quise ir al baño pero esperé. Estaba bien así, pegajoso, calentito y semidesmayado. En la ventana se veía volver el invierno, con dudas, pero volvía. Sonó el teléfono a lo lejos y casi me levanto. Lo pensé mejor y no. No sé qué pasó después y luego se ve que me dormí.
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4 comentarios:
Creo, compañero, que todos te hubiéramos acompañado un rato en el sofá, hasta no sé qué, hasta que a lo mejor nos durmiésemos o nos despertásemos, pero hubiera estado bien ese rato de olor de antes y pijama caliente y un cigarro que no te fumarías tú pero yo sí. El silencio de la tele que no tengo. Y tú mirando hacia ya sabes dónde.
Por cierto y esto viene desde otro blog en este putiferio de blogs que tenemos: el "pos mu bien" con sonrisita cibernética... ¿esconde algo?
No, no escondo nada de nada. Tú mandas y ya está. Soy muy bruto y digo las cosas sin sutilezas, así es que me ha salido lo que pensaba, sin más. El "pos mu bien" es a tu favor. Ha sido un "amén" laico.
Mentiroso, fabricator. Me fío menos de lo que cuentas que del ojoshuevo de Lost. :P (Me refiero a la entrada, no a lo dicho en los comentarios). :P
Jajajaja (con la risa grabada en vhs de Skeletor, fiel enemigo de He-man).
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