Donde nada y nadie

En el vacío interestelar, a miles de kilómetros de cualquier sitio, con un frío de tres pares y sin planes a la vista, la soledad por fin fue feliz.

4 comentarios:

Reb dijo...

Parece difícil llegar hasta allí.
¿asquito del mundo?

MSalieri dijo...

Que va que va. Con la guía Michelín lo tienes fácil, y hay un restaurante donde ponen un pulpo neptuniano para chuparse los dedos...

Se ve que mis dedos se levantaron solitaros ese día. Yo no, yo bien.

Reb dijo...

O sea que tus dedos tienen autonomía. Piensan y actuan por ti y luego se chupan entre sí cual serpientes después de probar el pulpo neptuniano

MSalieri dijo...

Lo has resumido muy bien. Mañana creo que toca ampuntar un pulgar. Ha crecido lo suficiente como para llevar una vida independiente. Me dolerá dejarlo marchar pero la vida es así. Y cuando sólo me queden muñones habrá llegado mi final... snif.