Lapos en el siglo XXII

Estoy meditando sobre la trascendencia de los lapos (como género literario-personal). Como algún día moriré, si todo sigue su cauce natural, claro... como algún día moriré, he pensado en seguir dando la lata lapera después de muerto (como hizo el Cid pero en lapos). Para ello necesito que blogger no desaparezca. Sin blogger (o un sistema similar) no podría seguir publicando lapos después de muerto. La idea, ya lo habréis imaginado, es escribir lapos y programarlos para que se publiquen pongamos que dentro de 50 o 60 años. Así, una vez acomodado en mi ataúd-urna crematoria-dispositivo espacial de mantenimiento postmortem o similar, el blog seguiría publicando los lapos escritos durante los 50-60 años anteriores durante unos 50-60 años más... con lo que calculo que mi vida lapera podría alcanzar los, mmm, espera..., no sé, unos 120 años máximo, y las generaciones futuras podrían seguir pasando por el blog (o como quiera que se llame en ese futuro mediocercano), o no. A ver, que no es por perdurar. Que para eso estaría pensando en coger mi cerebro y meterlo en un androide y vivir eternamente en mi base situada en la cara oculta de la luna... Más bien es por joder (online), na más...

Sólo es una idea, eh.

Pero si eso, mirad el blog en el 2080 o por ahí ;)

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