Era un asesino con un punto gracioso. Ya sabéis, mataba, claro, pero no podías evitar sonreír con sus ocurrencias. A veces era del todo imposible contener una carcajada más de unos segundos. Qué hombre... el arma todavía estaba caliente, la sangre fresca y tú temblabas porque podrías ser su próximo objetivo, y el tío te salía con un comentario que te sacaba de la situación... no sé cómo explicarlo, pero si en ese momento decidía matarte la policía encontraría tu cadáver con una cara de cachondeo completamente improcedente.
La policía lo llamaba el "Asesino Chirigotero" porque siempre dejaba un pito de carnaval junto a sus víctimas. Cada vez de un color. Así era él. Un puntazo de tío. Una vez, mucho antes de que lo cogieran, se cargó a unas monjas que paseaban tranquilamente por la calle porque, como dijo en el juicio, "trataban de ridiculizar, sin éxito, la maravillosa actuación de Michael Keaton en Batman y Batman Vuelve, piripipiiiiii (esto lo hacía con su pito chirigotero)". El jurado no le rio la broma, dijeron los periódicos, pero sé de buena tinta que alguna media sonrisa se dejó ver en alguno de los presentes.
Desde que entró en prisión, su mito no hizo más que crecer. A los pocos meses se publicó un libro con sus crímenes, "Morir con gracia: historia de un asesino". Luego salió el comic, el muñeco articulado y la película, "The funny gaditan killer", protagonizada por Fernando Tejero y dirigida por Almodóvar, y que fue todo un éxito.
Por delante le quedan muchos años de cárcel. Eso sí, sus fans seguiremos siéndole fieles. El mes que viene organizamos, y estáis invitados, el V Encuentro de Chirigotas "Funny Killer" en Cádiz. ¡Pasaos por allí!
1 comentario:
Cuenta conmigo que allí estaré, con la gracia que me hacen los gaditanos.
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