Chismes

Pues mira, me han contado que Loles, la gorda vaca esa del escote que te caes dentro y llegas al centro de la Tierra, se ha hecho una lipo y han sacado grasa como para dar de comer a todos los niños de Somalia durante un lustro. En serio, que me lo dijo Pepi la peluquera. ¿No sabes quién es? Sí, mujer, Pepi, la que dejó al marido por un enano que la engañó... no no, no le puso los cuernos, qué va, es que le dijo que trabajaba en el circo y luego ni circo ni nada, vamos, que era vendedor de seguros, y que ni era enano de verdad, era un señor bajito y punto. ¡Un aprovechado! Pues eso, que a la Loles la ves y no la reconoces, y mira cómo se ha visto ella que ha mandado al marido a casa de la suegra y ahora se va de pingoneo con las amigas día sí y día también y la Gertru, la que hace los bajos de los pantalones siempre torcidos porque es algo bizca, la vio la otra noche restregándose con un negrito en la puerta de su casa. Que no digo yo que eso esté mal, pero hija, sé un poquito más discreta, y una cosa es operarse y otra ir por ahí fardando de triunfos, que una tiene ya unos años pero todavía está de buen ver, y sin postizos ni botox. Mira, toca aquí.... toca toca, mujer. ¿Ves? Dura como el mármol, de tanto trabajar, ni gimnasio ni tonterías de esas, pero yo no voy por ahí alternando como una cualquiera. Como la Luisa, que me dijeron que ahora lo mismo va con hombres que con mujeres, vamos, como quien cambia de chaqueta. ¿Pero tú te crees? Ella, que estuvo veinte años con el Alfonso y parecía una mosquita muerte, y va el hombre y tiene un desliz, normal, que el Alfonso está gordete pero es muy hombre, y ella lo deja, así, a la primera de cambio, y se va por ahí, de cama en cama. ¡Habrase visto! Y su hermana, un poco puta es, cómo se llama... Mariola, eso, ¿la conoces?... ah, que tú eres Mariola... pues... no no, me refería a otra Mariola, unaaa amiga mía del instituto que se hizo un tatuaje y se lo iba enseñando a todo el mundo, no te digo dónde lo tenía puesto porque hasta yo me sonrojo... en fin, te dejo... Mariola, que me cierran la pescadería y luego... venga, besos a tu hermana, que es muy maja.

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