Anónimo

En la puerta encontré una nota anónima pegada con cinta adhesiva: "vete y no vuelbas mas o sino te vas a enterar". Cualquiera se acojonaría. Yo también, claro, pero antes maldije el sistema educativo español.

La policía no me hizo nada de caso, "será un vecino enfadado, ¿monta usted muchas fiestas?" Por poco lo mando a la mierda. ¡Claro que monto fiestas, pero eso no es para amenazar a nadie! Antes vas a casa de tu vecino juerguista (yo) y le pides que baje la música. Lo normal. No le dejas una nota amenazadora y sales corriendo, como los niños que tocan los porteros para dar por culo. Odio que me amenacen, pero más odio que el que va a hacer que me entere si no me voy sea tan cobarde de no dar la cara. ¡Pues no me voy!

A la semana mi vecino apareció con un cuchillo clavado en la espalda, tumbado en su salón y muerto. Tenía una nota pegada en la frente, "te dije de que te fueras, ijo de puta". La policía me dijo que el asesino se había equivocado de puerta al pegar mi nota. Mi puerta es la letra B y la suya la D. Comprendía la confusión, les dije, este hombre no era muy de letras... pero, añadí, ¿no era posible que el asesino se hubiera equivocado de puerta la segunda vez en lugar de la primera y otro día vinieran a mi casa a cumplir con su amenaza? Los polis me miraron como si estuviera loco, se encogieron de hombros y me dejaron allí con un par de nudos en el estómago que todavía estoy tratando de deshacer.

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