El comienzo
El movimiento comenzó mucho antes de que la mayoría de la gente fuera consciente de ello, mucho antes de los carteles en las paredes, de las manifestaciones, las trifulcas con la policía y mucho antes de las primeras muertes. El movimento empezó en mi casa, sentados a la mesa, toda la familia, con el telediario a punto de dar el tiempo y mi hermano en silencio, con el tenedor en la mano pero sin querer llevarse nada a la boca porque ya no le entraba nada. Ahora lo pienso y me cuesta imaginármelo comiendo, porque desde entonces no tuvo mucho tiempo para sentarse ante un buen filete. El señor del tiempo empezó como siempre desde hacía años. Dedicó los primeros minutos a mostrar los daños del cambio climático. Familias desplazadas, especies desaparecidas, ancianos muertos por golpes de calor, pueblos costeros perdidos. Mi hermano no miraba la tele. No hablaba siquiera. Mi hermano sólo podía pensar en la revolución. Me di cuenta mucho tiempo después y ahora, cansado ya de pelear, puedo pararme a contarlo.
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2 comentarios:
(Temblor futurista. ¿Nos moveremos algún día?)
Lo dudo.
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